domingo, 27 de diciembre de 2015

Los ataques terroristas nos afectan en múltiples formas.


El pasado día 13 de noviembre, París se veía envuelta en un ataque terrorista por parte de grupos yihadistas. En el fatídico ataque, murieron alrededor de 137 personas y mas de 415 fueron heridas. El pánico se adueñó de la capital francesa, y pronto se extendió al resto de países.
Si bien sabemos que el mayor impacto que estos sucesos tienen en nuestra sociedad, es sin lugar a duda el humano, los atentados también afectan
 como daño colateral a muchos ámbitos de la vida diaria.

Podríamos poner como ejemplo, que tras estos atentados, los países destinan un porcentaje mucho mayor en protección (España, entre otros países ha aumentado su nivel de alerta) , adquisición de armas, medidas de vigilancia en fronteras, vigilancia en las calles…
Estos ataques tienen también repercusiones en la política. El estado de alerta y expectación de los ciudadanos da a los políticos la oportunidad de ganar confianza o perderla. La actuación de los representantes de los partidos y sobre todo del presidente del gobierno correspondiente, es crucial. Tiene la obligación de mantener al pueblo tranquilo y tener en todo momento las riendas de la situación, y sobre todo, preparar sus respectivos países para cualquier amenaza.  Sin embargo esto puede ponerse en su contra y no afrontar bien este tipo de situaciones, generando desconfianza entre los futuros votantes.

Pero en lo que me gustaría centrarme en este artículo, es en la repercusión que tienen los atentados en el mercado y la economía.
Si tuviésemos que dar una respuesta  en frío sobre como afectaría un ataque terrorismo a organismos financieros, como por ejemplo la bolsa, todos pensaríamos que se producen enormes desajustes que tardan mucho tiempo en estabilizarse.
Analizamos los resultados de los mercados para comprobar si esto es cierto. Viendo los resultados de las bolsas de los países en los que se han producido atentados en los últimos años, notamos que solo hay pequeñas variaciones en los mercados financieros. Podemos tomar como ejemplo el expuesto al comienzo. Tras los atentados en París, la bolsa se desestabilizó. Como era de esperar, las empresas turísticas cayeron pero esto se vio compensado con el alza de las industrias armamentísticas. Los inversores franceses buscan una deuda mas segura y los inversores extranjeros ven una oportunidad para invertir.
Otro ejemplo sería el comportamiento del mercado financiero en España tras los atentados del 11M.  Solo la prima de riesgo se vio aumentada. 'Solo supuso el 0,02 por 100 del PIB español -o, si se prefiere, el 0,14 por 100 del PIB de la Comunidad de Madrid-. Estamos pues, una vez más, ante unos atentados cuya significación económica es muy limitada, incluso por comparación con otras tragedias de la misma naturaleza'. En palabras de Mikel Bluesa 
Tras esto, podemos observar que la respuesta financiera a los atentados no es del todo brusca, y sobre todo tiene un carácter breve y de una rápida recuperación y estabilización. Como decía Alexander Schindler, “el impacto del terrorismo sobre los mercados bursátiles resulta inapreciable a largo plazo. Los mercados se acostumbran a las acciones terroristas y se recuperan rápidamente de sus efectos. La incertidumbre se traslada entonces a los mercados de derivados, que mediante la prima de riesgo evalúan la inestabilidad a largo plazo”

En conclusión, me gustaría destacar la ‘tranquilidad’ y la rapidez de recuperación que tienen los mercados ante los ataques terroristas, que por supuesto es mucho mas rápida que la porpia recuperación social. Esto es algo que debería inquietarnos. ¿Es una situación en la que el animo de los ciudadanos no se corresponde con los datos de la bolsa?, ¿por qué la incertidumbre que se respira en la sociedad no se ve reflejado de una manera tan notable en los mercados?, ¿qué es lo que hace que el mercado se recupere tan rápidamente?. Es otra de las incógnitas que tiene la economía.



    (original)






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